Todo quedó en un gran susto, pero, de momento, varios metros de acerca de la calle Gran Vía, a la altura del número nueve, permanecían ayer cerrados al tránsito de ciudadanos, tras el desprendimiento de unas placas de cemento procedentes de unos balcones de un edificio.
El incidente surgió sobre las 07.00 horas, cuando se desprendió una placa de cemento de uno de esos balcones que no alcanzó, de puro milagro, en su caída desde varios metros de altura, a un ciudadano que, a esa hora, caminaba por la zona.
Poco después se producía la llamada al Parque de Bomberos que acudió al lugar con el camión de primera salida y el brazo articulado que se utiliza para alcanzar grandes alturas, como este caso.
También la Policía Local procedió al corte del tráfico rodado durante el tiempo en que los Bomberos desarrollaban algunas actuaciones en el lugar de los desperfectos, entre la Plaza de España y esa zona de la Gran Vía que coincide con la calle Santa Teresa.
Al lugar también se desplazaban técnicos municipales para una primera inspección del lugar que se acordonó por cuestiones de seguridad, hasta que se decidan las actuaciones que se desarrollan en una fachada que, quizás cedió, por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento que corresponde siempre a los propietarios de los edificios.
Muerte
En otro orden de cosas, a primera hora de la tarde de ayer también se confirmaba el fallecimiento de un hombre, de 72 años de edad, natural de la pedanía de Isso. Aunque no han trascendido informaciones oficiales, todo parece indicar que pudo morir en el interior del coche que se hallaba estacionado enfrente de la Parroquia del Corazón de Jesús. Al lugar de los hechos se desplazaron efectivo de la Policía Local y servicios sanitarios.