Tras 36 reuniones y dos años y medio de negociaciones infructuosas la próxima semana se firmará por fin la renovación del convenio colectivo y acuerdo marco entre CCOO y UGT, dos de lo sindicatos del Comité de Empresa, ya que USO ha decidido no secundar el principio de acuerdo que se alcanzó el pasado fin de semana con los interlocutores de Candy Spain.
La renovación del convenio, que caducó en diciembre del 2011, y con vigencia desde ese año y hasta el 2015, la confirmaron ayer en la sede del sindicato el secretario general de la Comarca de CCCO, Roque García, junto a componentes de la cúpula provincial, o Rafael López, del Comité de Empresa.
La decisión final tuvo lugar el pasado martes tras la asamblea que se planteó entre los 252 trabajadores de la empresa, de los que 144 aprobaron la renovación del convenio; 15 lo votaron en contra, y además se registraron doce votos en blanco.

Tanto Roque García como Rafael López reconocieron que no es el convenio que los sindicatos y trabajadores hubieran deseado, pero también admitían que, tras un proceso negociador muy largo que se hallaba en vía muerta, al menos admitieron que permitirá «mejorar, salarial y socialmente», a la plantilla, que, el año pasado, llegó a secundar una huelga en señal de protesta.
Mejoras
Y es que entre los acuerdos que se suscribirán sobre el papel en unos días destaca la estabilidad en el empleo y se propiciará una aumento de la plantilla a partir de este año "que nos proporcionará estabilidad jurídica", en alusión a la ultraactividad.
Los términos del acuerdo, entre los que se contempla una congelación para los años 2012 y 2013, conllevan un complemento salarial variable para los años 2014 y 2015-no consolidable-, tomando como referencia para su devengo los datos de empleo del 2013, en términos de horas efectivas de producción.
El porcentaje de incentivo resultante se aplicaría sobre los salarios percibidos durante el año que se trate, 2014 ó 2015, con un pago único en enero del año siguiente.
Este pago se calcularía conforme a una escala en la que el incremento anual en las horas efectivas de producción equivalentes a 20 puestos de trabajo generaría una subida salarial del 0,5 por ciento; el incremento sería del uno por ciento para 40 puestos, y hasta un máximo del 2 por ciento en caso de llegar a 80 nuevos empleos.
Para el cómputo de horas efectivas de producción durante el 2014 también se incluirán las derivadas de nuevas instalaciones, ya que en el 2015 quedan excluidas.
Los representantes sindicarles también celebraron el compromiso de estabilidad en el empleo hasta 2015, con el fin de mantener el número de trabajadores fijos contratados a la firma del futuro convenio, ya que para el 2016 se concretaría una proporción, entre fijos y eventuales, necesaria para la empresa, valorada en un 65 por ciento de fijos, y 35 por ciento de eventuales.
Además a lo largo del año la empresa regulará un total de ocho categorías profesionales de puestos de trabajo que encuentren con una estabilidad en el ritmo de producción, al menos 15 meses consecutivos; e igualmente procederá a transformar seis contratos temporales, en indefinidos, en este mismo ejercicio.
Por último la empresa se compromete al asfaltado y acondicionamiento de los aparcamientos de trabajadores cuya remodelación se había reclamado con insistencia en los últimos años, y con el deseo que tres de los trabajadores que han sido despedidos esta semana puedan recuperar su puesto de trabajo.
Adnan Henic
En la misma rueda de Prensa se aludió a Adnan Henic, el represente del Comité de Empresa de UGT que, el pasado fin de semana, encendió cierta dosis de polémica entre los propios sindicatos, al informar de lo que se conoce como Eficiacia Limitada que se había acordado con los interlocutores de la fábrica de gominolas para los trabajadoras que se quisieran acoger, ya que la central sindical no tiene la mayoría (cuenta con tres delegados, los mismos que CCOO, y dos de la USO).
Ayer Roque García quiso destacar el papel importante que, en este largo y complejo proceso negociador, ha desempeñado la UGT, pero insistió en criticar la actitud y comportamiento el propio Henic, al que le reprochó haber actuado en solitario y a espaldas del resto de los sindicatos.
Luego, tras el anuncio de Henic de presentar su renunciar al Comité de Empresa, receló de este anuncio que consideró como una «estrategia, pantomima y maniobra» pensando en las elecciones que se van a celebrar a finales de año.
Más duro al referirse a Henic se expresó Javier Rodríguez, responsable provincial del sector agroalimentario de CCOO, quien acusó a aquél de haber atacado al resto de sindicatos «de una manera brutal y desconsiderada. El sólo ha pensado en sí mismo y nunca en los trabajadores», tras mostrar también muchas sus dudas acerca de su marcha del Comité de Empresa «porque es una persona que realiza unas tramas y unos malabares de encaje de bolillos».