La consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, celebró ayer que se han cumplido, tanto en tiempo como en forma, los grandes objetivos que se marcó el Gobierno regional y el Ministerio de Agricultura para la restauración del área afectada por el incendio de Hellín en el verano del año pasado.

Sus declaraciones tuvieron lugar durante la visita que realizó a parte de la zona quemada en el incendio que e declaró el 1 de julio del año pasado y que afectó a más de 7.500 hectáreas de terreno, y que en parte recorrió junto al delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, para comprobar sobre el terreno las tareas de restauración, que concluirán el próximo 30 de noviembre tras nueve meses de trabajo, tal y como estaba previsto en el Plan de Restauración.

La obras han contado con un presupuesto de 6,2 millones de euros, de los que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha aportado 3,8, y el Ministerio de Agricultura, 2,4.

La consejera concretó, tras escuchar las explicaciones de uno de los técnicos medioambientales sobre unos paneles ilustrativos, que tres habían sido las principales preocupaciones en las tareas de recuperación: la defensa contra la erosión, la regeneración natural de la cubierta vegetal y la defensa contra plagas de la superficie colindante.

Actuaciones sobre 1.170 hectáreas

Para resolver estas cuestiones se ha actuado en 1.170 hectáreas de terreno, de las que 870 pertenecen al área quemada, donde se han llevado a cabo tareas de regeneración, rehabilitación de la zona y lucha contra la erosión; junto a otras 300 hectáreas correspondientes al área perimetral, en las que se ha trabajado en la lucha contra plagas.

Aunque recordó que deben transcurrir cuatro años para dar por recuperada una zona afectada por un incendio, en este caso recordó que, gracias a las lluvias que han permitido acelerar la regeneración, «podemos estar satisfechos porque hemos logrado cumplir con los objetivos previstos".

La titular de Agricultura ha señalado que la Consejería –a través de la empresa pública GEACAM- seguirá trabajando en los dos próximos años, tanto en la introducción de diversidad vegetal como en el mantenimiento del estado sanitario y la lucha contra plagas en la superficie colindante al área quemada.

Coordinación y eficiencia

El delegado del Gobierno quiso poner en valor la «excelente coordinación» que, en torno a estas labores se ha producido, así como en la extinción que, en su día, realizaron cientos de personas agrupadas en los dispositivos que se movilizaron: «se ha demostrando que tenemos unos gobiernos sensibles, capaces de ponerse de acuerdo cuanto antes para dar respuesta a las necesidades que se plantean», como en este caso, reconoció, «recuperar la belleza de unos grandes parajes como éstos».

Pero por encima de todo Jesús Labrador celebró el hecho de que, en su día, se declarara como de emergencia estas actuaciones de reforestación, «con el in de ayudar, cuanto antes, a recuperar en la Naturaleza lo que la mano del hombre le arrebató», cuando recordó que, unos meses después del incendio, las Fuerzas de Seguridad detuvieron a un hellinero como el presunto autor de este siniestro que comenzó en Mingogil y se propagó hasta Las Minas, Isso y Agramón, además de zonas de la región de Murcia.

La visita comenzó con la llegada de la consejera hasta la pedanía de Agramón, donde tuvo la ocasión de tomar un café, antes de subirse al coche que la condujo con dirección a Las Minas, aunque la expedición giró a la derecha para avanzar por la Ruta de Aníbal y los espectaculares parajes de La Chamorra y Prao Piñero que fueron dos de las zonas más afectadas por el incendio, así como la Sierra de loa Donceles.

En sus espectaculares desfiladeros que se asomaban a ambos lados de la carretera tanto la consejera, como el resto de los invitados, entre los que se encontraban el delegado de la Junta, Javier Cuenca; el subdelegado del Gobierno, Federico Pozuelo; el alcalde de la ciudad, Manuel Mínguez; la concejala de Medio Ambiente, Marta Pérez, y el primer entiende de Alcalde, Juan Antonio Moreno, fueron observando el antes y después de la mayor tragedia medioambiental en la historia del municipio.