El pasado 29 de octubre, durante el transcurso del Congreso Internacional, “Vida después de la Vida”, celebrado en el Palacio de Congresos de Albacete, el hellinero, Rafael Campillo, recibió, de manos de la doctora, Marilyn Rossner, el galardón que le acredita como Embajador de la Paz de Naciones Unidas por: “Un servicio extraordinario a los niños del mundo”.

Dicho nombramiento se realizó el pasado, 11 de agosto, en la ciudad canadiense de Montreal por la doctora, Elaine Valdov, presidenta de Embajadores Internacionales de la Paz de Naciones Unidas, aunque la noticia la recibió el hellinero, “por sorpresa”, en el mencionado Congreso.
Y es que, el año pasado notificaron a Campillo que iba a ser propuesto para este reconocimiento, “pero en ningún momento pensé que pudiera llegar a ser una realidad. Existen cientos de miles de personas en el mundo que dedican su vida a los demás; muchas de las cuales, incluso, llegan a dar su vida ayudando a las personas más desfavorecidas. Y cualquiera de estas personas tiene muchos más méritos que yo para ser reconocidas con esta mención”.
Con los más débiles
Rafael Campillo trabaja como profesor de informática en el IES “Leonardo da Vinci”, de Albacete y, desde el año 2001, viene organizando congresos benéficos con los que ha conseguido recaudar fondos para ayudar, principalmente, a los niños más pobres del planeta, en Nicaragua, India, Indonesia, Nepal, Uganda, Somalia, Haití, Siria o Sudáfrica.

Desde el año 2011 colabora con el Padre Ángel destinando los fondos del Congreso a proyectos realizados por Mensajeros de la Paz. Este año, por ejemplo, se construirán tres pozos de agua en Benín, gracias a los beneficios obtenidos en el reciente Congreso al que acudieron 1.000 personas procedentes de distintos rincones del país, y muchos hellineros.