Un grupo de más de 60 hellineros han partido, a primera hora de la mañana, desde el Jardín Martínez Parras, rumbo a la localidad granadina de Almaciles en la que nació el beato, Fortunato Arias, con el fin de ser protagonistas de algunos actos que se han organizado para conmemorar el centenario desde su ordenación como religioso.

El autobús, incluso también algún coche, han partido con la presencia del Párroco de la Iglesia de La Asunción, Ricardo Magro, con el fin de participar en una misa que se ha oficiado en honor del religioso.
Persona muy entrañable
La Comunidad Cristiana de Hellín, a través de la Comisión que, en torno a la figura de Fortunato Arias, se creó en su día, volverá a o organizar el septiembre, nuevos actos conmemorativos desde la beatificación del religioso y su fallecimiento, un 12 de septiembre de 1936, en que fue fusilado en la Carretera de Pozohondo, como un lugar muy frecuentado, casi a diario, por numerosas personas.
Hay que recordar que Fortunato Arias, que nació en el referido pueblo de Granada, en 1891, llegó a Hellín en 1935. Célebre fue su exclamación “qué Parroquia tan grande-en alusión a La Asunción-para un cura tan pequeño”.
Una persona «muy querida», ha recordado el propio Ricardo Magro, ya que apenas residió un año en Hellín, desde que tomó posesión de la Parroquia, a finales de septiembre de 1935, en sustitución del Padre Rodríguez.
Tras muchos años de gestiones, impulsadas fundamentalmente por el Párroco ya fallecido, Victoriano Navarro, recibió la beatificación, en Roma, un 28 de octubre de 2007, por parte del Papa Benedicto XVI. La canonización dependería de un milagro que realizase uno de los mártires que estuvo junto a él y que se extendería a todo el colectivo.