Angel Romero renovó este fin de semana con motivo de la lectura del Pregón su «pasión, admiración y devoción» por una Semana Santa que resumió como «un tesoro artístico de primer magnitud», a través de lo que consideró un «binomio indisoluble», como desfiles procesionales y tamboradas.
Amantes de la Semana Santa «casi desde siempre», Romero, apoyándose en la contundencia y embrujo de su voz que, en el pasado, le llevó a ser director y locutor de la ahora Emisora Municipal, el delegado en Hellín de La Tribuna de Albacete se recreó en la primera parte de su intervención, de unos 45 minutos, en aludir al significado religioso que se conmemora con las celebraciones pasionales.

Luego pasó a efectuar un recorrido por la imaginería procesional local, de la que destacó diversos aspectos de las obras escultóricas que desfilarán los próximos días, aunque se detuvo de manera especial en la imagen de Nuestra Señora de Los Dolores, a quien clavó la mirada en un momento de su intervención, buscando el impulso final de una intervención en la que también habló de los tambores.
Así el Pregonero aseguró que «ser tamborilero de Hellín, formar parte de esta multitudinaria manifestación, es algo tremendamente importante, porque, en el momento de redoblar dejamos constancia de nuestra idiosincrasia más significativa».
Logros
Tras resaltar los logros conseguidos por las celebraciones pasionales hellineras y la esperanza de que todas las tamboradas de España alcancen el título de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la UNESCO, manifestó que «se ha logrado lo más difícil, pero ahora-advirtió- tenemos la responsabilidad de mantenerlo. Para ello también apelo a la colaboración de las administraciones local, provincial y regional, con el fin de que unan sus esfuerzos al de los colectivos implicados y todos trabajemos conjuntamente».
Compartió posteriormente su forma de vivir los actos pasionales desde hace años, tras revelar la experiencia que le supuso pertenecer, durante varios años, a la Asociación de Cofradías y Hermandades, y actualmente, como corresponsal en Hellín de un periódico provincial
Dedicó el Pregón a su familia y a todos los hellineros ya fallecidos «que, de una u otra manera, trabajaron durante su vida por engrandecer la Semana Santa»; y para finalizar realizó una invitación, a titulo general, para las personas de fuera de la ciudad, «para que conozcan la Semana Santa de Hellín. Es la devoción, el sentir y la emoción de todo un pueblo, que cada año se repite, pero siempre es distinta. Que enciende nuestra pasión como todas cosas que nos importan, porque nos salen del alma, concluyó.