El joven imaginero hellinero, Gabriel Barra, acaba de culminar de manera exitosa la restauración de la imagen de San Francisco, de la Parroquia de San Bartolomé, de la localidad alicantina de Orihuela, obra del escultor murciano, Sánchez Lozano, quien ya en su día reconstruyó el cuerpo de la Virgen de La Soledad, de Hellín.


Los trabajos, que se han desarrollado por espacio de seis meses, han sido muy intensos y minuciosos, dado que la imagen se hallaba en un estado "deficiente y con faltas importantes", dibujó el artista, sobre todo en la cabeza, y con repintados muy visibles en la cara y el pecho, junto a la ausencia de algunos dedos de una mano.
El estado de la imagen era tan delicado que el propio Barra indicó que sólo se percataron que era obra del referido escultor cuando se analizó a través del exhaustivo proceso de limpieza fisicoquímico que reveló la firma del autor y el año de su creación. También se comprobó que se trataba de una copia, casi exacta, de una imagen de estas características que se encuentra en Tobarra.
Todos contentos
La presentación en sociedad tuvo lugar en la mañana de Navidad en la Parroquia de Orihuela, con la presencia del Vicario General. Todos destacaron el resultado de las actuaciones hacia una imagen "muy querida" que, en su día, donó una familia, y que ya luce en su altar con un nuevo hábito que se encargó a los Padres Franciscanos, de Cehegín, que dirige quien fuera responsable de la Orden en Hellín, el Padre Pedro Calvo.
Actualmente Gabriel Barra, perteneciente a una familia muy conocida de artistas y restauradores hellineros, se ha decantado por la especialización de restauración y conservación de obras de arte, aunque desde el punto vista científico, que desde hace tiempo estudia en la Facultad de Valencia.
A pesar de su juventud en su currículum ya figura la restauración de una obra de Salzillo, otra de Roque López, una Santa Quiteria, de Fernández Andes y, más recientemente, ha puesto en valor el único Cristo Yacente en la zona de José Díez López.
También se ha volcado en la pintura, como se pone de manifiesto que, recientemente, ha realizado un cuadro de grandes dimensiones para la Iglesia de Tobarra.
A la espera de poder recibir encargos para la Semana Santa de Hellín, su verdadera pasión, hace unos días recibió el encargo de un Cristo que está empezando a modelar, y que podría exponerlo en la ciudad hellinerra a lo largo de la próxima Cuaresma.