La primera gran helada del Invierno el pasado miércoles ha causado estragos en algunos cultivos de la Comarca y, sobre todo, en los almendros que tuvieron que soportar temperaturas mínimas, en algunos casos, entre los siete y nueve grados bajo cero, que se unen al Invierno atípico que se estaba viviendo, con ausencia casi total de lluvias.

Según explicó ayer el hellinero, Pedro González, secretario provincial de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), al problema del intenso frío que se registró en la madrugada del miércoles se une el hecho de que se prolongó durante mucho tiempo, es decir, entre las 02.00 y 09.30 horas.
En medio de la evaluación de los daños, el mayor perjuicio se ha producido en el cultivo del almendro que se hallaba en una fase muy avanzada, con una floración que había dado paso, en algunos casos, hasta la caída de los pétalos, y que prácticamente se ha helado en su conjunto.
Los daños también han sido importantes en las frutas más avanzadas, como en los albaricoques y nectarinas que ya estaban "abriendo" y que se han helado casi al 100%; mientras que en el resto de producciones, como ciruela, melocotón y alguna variedad del albaricoque, como moniquí, los próximos días van a ser claves para comprobar en qué medida las bajas temperaturas han afectado a la yema.
El propio Pedro González no pudo ocultar su preocupación ante la llegada de nuevos frentes fríos "porque desde que el seguro nos dejó desamparados totalmente y no nos permite asegurar los rendimientos de las explotaciones, nos queda rezar e instalar sistemas antiheladas" que, a modo de experimento, se han colocado en algunas parcelas de la localidad.
Sistemas de protección
Más allá de los que apuestan por el método tradicional de la quema de paja en las parcelas para intentar proporcionar calor a las cosechas, ha surgido un sistema anti hielo que tiene un importe de 5.000 euros por hectárea, y que consiste en la instalación de una estructura fija encima del árbol, dotado de un micro aspersor que se conecta cuando las temperaturas llegan a los dos grados.
Además, cuando la temperatura baja de cero grados el agua se congela y el árbol "parece un cubito de hielo, pero lo que permite es que lo que hay dentro no se congele", aunque el propio responsable de la UPA señalaba que es un elemento que precisa de abundante agua para su eficaz y correcto funcionamiento.