La Semana Santa de Hellín ha vivido una de las ediciones más especiales de los últimos años, ya que se han registrado una gran afluencia de hellineros y de visitantes que, en algunos casos, en este Lunes de Pascua, festivo en algunas comunidades, aún permanecían en la ciudad, sin incidencias de relevancia y con muy buena temperatura.

Y es que, tras los períodos de inestabilidad que se vieron desde la madrugada del Viernes de Dolores hasta la mitad de la jornada de Martes Santo, a partir de ese momento el tiempo se giró, para mejor, con excelentes temperaturas, tanto de día como de noche, con el pequeño susto de las “cuatro gotas” que se registraron a primera hora de la mañana del Domingo de Resurrección y que, por ejemplo, obligó a colocar un plástico de protección a la Virgen de La Dolorosa, si acaso unos minutos, hasta que se retiró.
Además, Ramón García, en su primera Semana Santa como Alcalde de Hellín, destacó “el comportamiento ejemplar y cívico de la inmensa mayoría de hellineros y visitantes”, al recordar que, salvo alguna pequeña pelea o problema con el alcohol o desvanecimientos que obligó a intervenir a los efectivos sanitarios, no se han registrado incidencias de consideración, por lo que quiso “reconocer y aplaudir el esfuerzo” los de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Cruz Roja, Protección Civil y servicios sanitarios.
Alta participación
Del mismo modo, el Alcalde resaltó “la altísima participación que hemos tenido desde Miércoles Santo hasta Domingo de Resurrección, en que se palpaba que todos teníamos ganas de Semana Santa y nos resistíamos a que se acabara”, tras “agradecer” a las bandas de cornetas y tambores que realizaran el desfile, ya que la Procesión concluyó sobre las 17.30 horas “y que demostraron son una parte fundamental y esencial de nuestra Semana Santa”.
En este sentido, el concejal de Semana Santa celebró que “hayan calado” los horarios de referencia que se incluyeron en la campaña de sensibilización que, en plena Cuaresma, presentaron ambas asociaciones y el propio Ayuntamiento, ya que la bajada del Calvario terminó sobre las 18.00 horas: “casi todo el mundo ha entendido que se puede tocar el tambor y avanzar sin interrumpir el ritmo de la Procesión”, tras admitir “los nuevos hábitos de quienes, cada vez en mayor número, apuestan por las tamboradas de día”.
Sin embargo, el primer edil advirtió que «se ha dado, entre todos, un gran paso, y ahora es necesario que, en el futuro, no caigamos en la autocomplacencia y en creer que se ha conseguido con todos los objetivos que nos habíamos plateados, y sigamos creciendo aún más si cabe».