El Pleno del Ayuntamiento de Hellín aprobó ayer no respaldar la posible desaparición de la diputaciones provinciales, cabildos o consells insulares que han planteado algunos partidos políticos, como Ciudadanos, al considerar el portavoz del Partido Popular, Manuel Mínguez, juegan un papel “fundamental y necesario a la hora de garantizar la mejor calidad de servicios al conjunto de las personas”, mientras que PSOE e IU apostaron por una modernización y actualización a los nuevos tiempos.

Fue una de las dos mociones que se debatieron, entre los catorce puntos en el Orden del Día de una sesión que tuvo una duración de casi dos horas y media, y en la que Manuel Mínguez reivindicó «el valor institucional» de las diputaciones provinciales, cabildos y consejos insulares «como gobiernos que cumplen la misión de cooperar en la vertebración territorial y de velar por la igualdad y acceso de todos los ciudadanos a los servicios necesarios».
Del mismo modo, tras las votaciones que se produjeron, logró que se exigiera al futuro Gobierno de la Nación «que respete estas instituciones para no castigar a los millones de españoles que, bajo su amparo, conviven en municipios rurales», tras asegurar que el presente «no pasa por su eliminación sino por alcanzar, junto con los ayuntamientos, el objetivo de dotarse de unas administraciones modernas y eficaces al servicio de los ciudadanos, en las que no se solapen competencias, y que cuenten con el mismo nivel de calidad y autosuficiencia de las demás Administraciones del Estado».
En resumen, el ex alcalde de Hellín advirtió que la supresión de las diputaciones sería «un castigo» a millones de excesivos, tras revelar que son instituciones saneadas y que pagan en unos tiempos más que interesantes a sus proveedores.
Modernización
Juan Antonio Andújar, portavoz del Gobierno municipal, apostó por la modernización de las instituciones “porque no podemos anclarnos en el pasado”, aplicable a las diputaciones, al reivindicar que el PSOE, “históricamente, siempre ha sido un firme defensor del municipalismo”, antes de acusar a los populares de «miedos y temores a los cambios» y a dar por hecho un acuerdo de Gobierno «porque, con este comportamiento, el PP ya está resignado a ser oposición. Y ya ha comenzado a desempeñar su papel».
Así, el portavoz socialista indicó que, dentro de las negociaciones con Ciudadanos, todavía no se ha dicho la última palabra sobre el futuro de estas instituciones, pero sí insistió en “un cambio hacia la modernidad y a los tiempos que corren”, tras reivindicar el “papel importante” que, en forma de subvenciones y ayudas al Ayuntamiento y a distintos colectivos, asociaciones y entidades, han tenido con respecto a Hellín a lo largo de la historia.
Ramón García rompió «una lanza a favor «de la continuidad de las diputaciones, al reivindicar el «gran papel» que juegan en pro de dar una respuesta a las necesidades de los ciudadanos, y resaltó la «necesidad de contar con un organismo intermedio», como éste, entre las instituciones, aunque reconoció que se antoja «imprescindible adaptar el modelo y sistema actual a los nuevos tiempos y planteamientos de la sociedad»
Javier Morcillo, portavoz de Izquierda Unida-Ganemos Hellín avaló lo que defendió su partido en las pasadas elecciones, en relación a la supresión de las diputaciones y hasta el Senado, a pesar que, admitió, en el primero de los casos, se apoyó un gobierno del PSOE y, en su día, llegó as ser candidato a la Cámara Alta, aunque afirmó con rotundidad que «el principal problema es la actual financiación de los ayuntamientos y el exceso de competencias que acumula y que, quizás, no deberían asumir».
María Jesús López, en nombre de Ciudadanos, también defendió un sistema más moderno, actual y ágil, «al menor coste posible» al dibujar la «situación compleja» que existe de organizaciones y que, en ocasiones, han conseguido «aumentar la duplicidad e incompetencia»