El alcalde de Hellín y la concejala de Mujer e Igualdad del Ayuntamiento, Rosa María Cuesta, se comprometieron ayer, con motivo de la conmemoración del 8 de Marzo, a impulsar desde el Gobierno municipal «todo tipo de políticas que permitan acercar a la mujeres a la igualdad real de género» con los hombres, en todos los ámbitos de la sociedad y, sobre todo, desde el punto de vista del empleo.

Así, Ramón García, consciente que el empleo «es la premisa que permite la autonomía de las mujeres», avanzó que, a lo largo de esta Legislatura, «será una de nuestras preocupaciones», y reveló que, tras la selección de los 242 desempleados del Plan Experimental de Empleo, la mitad de las contratadas serán mujeres.
El primer edil insistió en arropar las medidas que permitan favorecer a las mujeres al mercado laboral, al lamentar que su tasa de desempleo es mayor que la de los hombres, «desempeñan los trabajos peor remunerados, tiene la mayor parte de los trabajos a tiempo parcial y han de trabajar-desveló-como media, 88 días más que un hombre para ganar lo mismo».
Avances
Más adelante, García celebró la nueva andadura del Consejo Local de la Mujer, en el momento en que quiso, públicamente, poner en valor el trabajo y apuesta decidida de la concejala del área, Rosa Cuesta, a la que animó a seguir trabajando con las asociaciones del municipio «para conseguir mejorar la calidad de las mujeres de Hellín y pedanías».
García se despidió de las persona que se dieron cita en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura para presenciar en directo el acto isntitucional del Ayuntamiento, en el que intervinieron la alumnas de la Escuela Municipal de Danza que dirige Inmaculada Cánovas, asegurando que el Gobierno «se va a esforzar para eliminar cualquier forma de discriminación y luchará por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres».
En este punto, qusior reconocer lo que fue hace 20 años «un acierto», en relaicón al nacimiento de la Concejalía de la Mujer e Igualdad bajo un gobierno el PSOE, así como, con posterioridad, el Centro de la Mujer, que consideró «un recurso de referencia municipal a favor de la igualdad de oportunidades», y la apertura de la Casa de Acogida.
El valor de la Palabra
Fue Rosa Cuesta la que leyó el Manifiesto del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, que ha querido tener muy presente el 400 aniversario del fallecimiento de Miguel de Cervantes, autor de El Quijote, como una obra en la que se ha querido poner el énfasis en la importancia que el lenguaje y las palabras tienen en la conformación de la idiosincrasia de una comunidad.
Cuesta aseguró que el lenguaje «es el vehículo del pensamiento, tanto social como individual, y refleja el sistema social (estructura, valores, estereotipos, creencias, roles) en la que dicho lenguaje se desarrolla», al advertir que el androcentrismo, que pone al varón como referencia universal, también se ve reflejado en la lengua,» teniendo como consecuencia la ocultación de las mujeres y de sus talentos».
La concejala recordó que la invisibilización de las mujeres en la Historia, la Literatura o las Artes «es una constante que deja un vacío de referentes femeninos para otras mujeres y para la sociedad en su conjunto», por lo que insistió que en esa incorporación progresiva de la mujer a todos los ámbitos de la sociedad, «se debe acompañar del uso de un lenguaje inclusivo y no sexista, que sea capaz de nombrar a la totalidad de la población, sin que la mitad femenina que constituye el mundo tenga que referenciarse en el llamado masculino genérico».
Rosa Cuesta defendió la magia de las palabras «y aquello que se nombra cobra vida en la sociedad, aviva nuestras mentes y modifica la realidad en la que nos socializamos. Por eso el lenguaje-prosiguió- además de dar forma a la realidad, también tiene el poder de transformarla», al enumerar algunas de las palabras que son capaces de unir a las mujeres, como igualdad, paz, fortaleza, alegría, feminismo o sororidad…
Lenguaje que une
Añadió que también son palabras «que nos hermanan con los hombres igualitarios que no aceptan las discriminaciones originadas por el patriarcado imperante y que se rebelan frente al machismo que impide la disolución de las desigualdades de género», por lo que defendió la riqueza de la lengua castellana en recursos y figuras que permiten superar el uso del lenguaje sexista: «no hay excusa para no nombrar a las mujeres a pesar de los argumentos basados en el peso del patriarcado y el inmovilismo».
A modo de resumen, la concejala defendió el lenguaje como «una magnífica herramienta para conjurar siglos de desigualdad, empleándolo para visibilizar a las mujeres y describiendo el lugar que aspiran ocupar en la sociedad: libre de subordinación y sometimiento».
Por último, reivindicó el papel de las mujeres en las “letras” y, especialmente, a dos: Luisa de Medrano, la primera mujer catedrática de universidad de la historia; y María Moliner, bibliotecaria, archivera y autora de un célebre diccionario.
También se entregó el segundo premio a Juani Ibáñez del Concurso de Fotografía que se convocó en su día por esta jornada, ya que el primero quedó desierto.