La Plataforma Ganemos Hellín resumió este fin de semana como «ilusionantes, esperanzadores y, ante todo, didácticos», los últimos resultados electorales que, en opinión del colectivo local, inauguran un «tiempo nuevo en el que se puede entender superado el bipartidismo».
Ganemos celebró que, tras las elecciones del pasado 20 de diciembre, se impondrá «el diálogo y la negociación», como elementos que van a tener que formar parte de las maneras de hacer política «en nuestra inmadura y débil democracia», al menos en los próximos meses, aseguraban.
También es un tiempo esperanzador, abundaron, al entender que «deja abierta la posibilidad»- «aunque algunos la vean remota- de que las mayoritarias fuerzas de la izquierda transformadora puedan formar gobierno, «superando las diferencias y anteponiendo las cuestiones comunes de gran importancia y trascendencia para el país».
En opinión de la Plataforma, no sería necesario pedirle a nadie que renuncie a nada, «sino simplemente» acordar un programa de cinco o seis puntos, que consideraron como «las prioridades inmediatas» de este país: derogación de la Reforma Laboral y demás leyes restrictivas tomadas por el Gobierno «retrógrado y neoliberal» del PP, al servicio del gran capital y de los poderes fácticos, así como el diseño de un nuevo modelo productivo, económico y energético, moderno y sostenible, que fuera capaz de asumir, como grandes objetivos, el pleno empleo y sustitución de energías fósiles por limpias.
Pilares
Desde Ganemos se apuesta por una reforma fiscal dirigida hacia la consecución de un sistema justo, progresivo y proporcional que tenga como objetivo fundamental la redistribución justa de la riqueza nacional; abordar, «de manera seria y responsable, dialogada y firme», el problema territorial y de las nacionalidades, con el fin de establecer un cambio de organización del estado hacia un modelo federal y solidario interterritorial, y en la misma dirección, acometer el problema del modelo de Estado de absoluta igualdad entre todos los ciudadanos o de preservación de privilegios.
El último de los aspectos al que aludieron fue a la reforma de la Ley Electoral hacia un modelo «que combine la proporcionalidad absoluta con una adecuada y justa representación territorial». Con este programa de izquierdas «transformador», al cabo de un año vaticinaban la convocatoria de nuevas elecciones, que, en su opinión, deberían ser «constituyentes y reguladas por un sistema electoral más justo y proporcional».
Sobre que el resultado electoral, para Ganemos, es eminentemente didáctico, advirtieron que las fuerzas de izquierdas deben de aprender algunas lecciones, como que sin unidad de las fuerzas políticas de la izquierda progresista y transformadora no es posible convertir la mayoría social de progreso «en un auténtico gobierno que represente, asuma y ejecute un programa de derechos humanos y de justicia social».
Por último, se autoimponían trabajar por superar las dificultades que, hasta la fecha, han tenido para alcanzar, en Albacete, pero también en todo el Estado, un acuerdo que cree unas sólidas bases para que surja una única candidatura de unidad popular progresista y transformadora, al insistir que, es muy probable, que en unos meses se volverá a votar «y sería una muestra evidente de incapacidad política y de irresponsabilidad, el no haber logrado superar las dificultades que pudieran impedir la unidad de progreso y se cometieran los mismos errores que ahora tanto nos han hecho perder a todos».