El Cardenal Maradiaga reconoció este fin de semana "el gran trabajo" que, a lo largo del Mundo, desempeñan los voluntarios de Cáritas Interparroquial, sobre todo, en esta época de crisis, y no dudó al asegurar que "ese esfuerzo le ha sacado a los gobiernos las castañas del fuego en más de una ocasión ,en alusión a proyectos con los más desfavorecidos "y porque se ha aprendido a globalizar la solidaridad".
La mano derecha en Roma del Papa Francisco, realizaba estas declaraciones en la noche del viernes en la sede de Cáritas, en la calle Cuesta de los Caños, donde, junto al director, Juan Sánchez, el consiliario, Javier Cano, y socios y voluntarios, compartió unos minutos de reflexión sobre el papel de la Institución que él ha presidido a nivel mundial durante ocho años, desde que empezó a colaborar en 1981.
El Cardenal de Tegucipalga, que viajó a la ciudad hellinera para participar en los actos del Año Jubilar de la Congregación de las Misioneras de la Caridad y Providencia, y antes de la Misa que ofició en la Iglesia de La Asunción, no dudó al reconocer que "lo mejor que tiene Cáritas es el voluntariado", y se atrevió a asegurar que la de España «es de las mejores del mundo».
Con 72.000 voluntarios por todo el Mundo y con más de 6.000 parroquias organizadas, destacó como "un signo precioso del cariño» del pueblo de España, el aumento de las ayudas de los ciudadanos hacia los fines de la Institución, con el deseo de que sigan afianzándose, en el momento que reveló que "el secreto es la organización en las distintas parroquias".
Una caricia en forma de ayuda
Más adelante, consideró importante entender que Cáritas "no es simplemente una ONG", sino que prefirió arropar las palabras del Papa Francisco, quien la definió como "la caricia del amor de la madre Iglesia al pobre y al que sufre".
En otro orden de cosas se refirió a la publicación, esta misma semana, de la primera encíclica del Papa Francisco y que, de antemano, resumió como "una delicia", que tiene como punto de partida San Francisco de Asís, y que "pondrá el dedo en la llaga", ya que hablará de la responsabilidad de las grandes corporaciones del Mundo" y reflexionará sobre hábitos de consumo. "Será una gran sacudida"-avanzó- al poner el ejemplo de algunos países de Oceanía en los que, por el aumento del nivel del océano, varias islas desaparecerán.
Defendió lo que bautizó como justicia con la cooperación, en el momento en que se reveló contra el hambre en el Mundo "porque hay alimentos más que suficientes para todos. Pero falta la equitativa distribución", al hacerse eco de un estudio que indica que en los restaurantes de Nueva York se desperdician hasta 30 toneladas de alimentos diarios.
También aludió a países que, para conservar precios de mercado, destruyen alimentos, por lo que mostró partidario de «volver a colocar el ser humano en el centro, porque, es el vértice de la creación y no se le puede marginar".