Hellín intentaba esta jornada de Mercadillo, día de la Ofrenda a la Patrona la Virgen del Rosario, recuperar la normalidad tras la histórica tromba de agua que se produjo en la jornada del martes, ya que en apenas una hora se registraron 55 litros por metro cuadrado y un notable número de daños materiales, en edificios y zonas anegadas por las riadas.

Y es que, la lluvia protagonizó imágenes que, en algunos casos, se han hecho virales y han sido noticia en informativos de televisión, a nivel nacional, convirtiendo algunas calles y barrios de la ciudad en auténticos ríos de agua, como los Cuatro Caminos, la rotonda de la Guardia Civil, o las calles de El Colegial y Molinos y Barajas; así como el Parque Municipal, la Residencia de Las Hazas y, especialmente, la zona deportiva y, en especial, el interior del Pabellón Nº 1, y su pista de juego, y hasta la Piscina Climatizada.
El agua también se filtró en la tercera planta del Hospital de Hellín, en plenas obras, precisamente, para prevenir episodios de lluvias como éste, por lo que se tuvo que realojar a los pacientes, así como en su parking, y en varios comercios y negocios de varios puntos de la ciudad, como en Gran Vía, ya que las rejillas eran incapaces de absorber la importante cantidad de agua que se había registro, en apenas unos minutos.
Las llamadas de ciudadanos y, por tanto, actuaciones fueron numerosas, por parte de algunos operarios del Ayuntamiento, de aqualia, Policía Local y, sobre todo, los Bomberos con más de 20 salidas para el achique de agua, tras 34 avisos que, en algunos casos, lo solucionaron los propios vecinos o Protección Civil, por ejemplo.
Efectivos
Los Bomberos desplegaron a trece bomberos, junto al jefe de guardia, con el refuerzo de dos profesionales que se desplazaron desde Molinicos, a bordo de cuatro vehículos autobomba, dos ligeros y hasta doce motobombas extractoras de agua, trabajando a pleno rendimiento.
En medio de este episodio no hubo que lamentar daños personales, ni accidentes de tráfico entre los coches y conductores a los que les sorprendió, en plena calle, la lluvia, aunque una mujer que, con su hijo, circulaban por la Avenida Tomás Preciado, tuvieron que ser atendidos por un ataque de nervios y ansiedad, por lo vivido.