El próximo viernes, 15 de abril, comenzará en el Juzgado de Hellín el juicio para resolver la demanda que presentó, en septiembre del año pasado, la Hermandad de la Virgen de La Alegría contra la Asociación de Cofradías y Hermandades, a raíz de que el Pleno decidiera no aceptar su inclusión en el seno de la misma.

Esa jornada comenzará un juicio que ha generado una gran expectación informativa (no es muy habitual que la Semana Santa llegue a los tribunales), por lo que a lo largo de las sesiones e intervenciones de las personas que han sido citadas, el juez tendrá que resolver al respecto, aunque es probable que, a posteriori, se presenten recursos.
En este sentido, se tendrá que dirimir si la Hermandad de la Virgen de La Alegría debe ser admitida, al menos, en el seno de la Asociación (otra cosa bien diferente es su desfila o no en Semana Santa) o, finalmente, se le da la razón al colectivo semanasantera, o acerca de la decisión que adoptó, de no aceptar este proyecto, en la sesión que se celebró en noviembre del 2014.
Desde entonces, la Hermandad de la Virgen de la Alegría ha estado en el centro de la información semanasantera, hasta los días previos a la celebración de la Semana Santa, ya que su deseo era poder desfilar, de alguna manera, Domingo de Resurrección o, como alternativa que luego se planteó, Sábado de Gloria, pero, tras escuchar a todas las partes implicadas (también se pronunció el Obispado) se declinó el permiso.
Situación desagradable
Eduardo Tortosa, el presidente, reconoció que “los primeros que lamentamos haber llegado a esta situación límite somos nosotros. Pero, la postura de la Asociación de no querer reunirse con nosotros para buscar un punto de entendimiento que desbloqueara toda esta situación, nos ha llevado a dar este paso”.
Y es que, Tortosa reivindicó públicamente los acercamientos que, por parte de su Hermandad, sin éxito, se han intentado para limar asperezas, a raíz del Pleno en el que se les denegó su inclusión a la Asociación: “la manera de decirnos que no fue, cuanto menos, desafortunada, porque, de alguna manera, se le faltó el respeto al escultor y a las personas que, durante mucho tiempo, han trabajado en este proyecto que no tiene otro fin que contribuir a engrandecer la Semana Santa».
En su opinión, “creemos que dimos todos los pasos adecuados, en relación a los Estatutos de la Asociación, para que se nos aceptara, pero, si tienen lagunas, nosotros no tenemos la culpa. Si cometimos algún error, en cuanto a la comunicación inicial, pedimos disculpas», y que justificó ante el cambio de presidente que se produjo en el seno de la Asociación.