El presidente de la Asociación de Cofradías y Hermandades aseguró que, tras la celebración de la última Semana Santa, “entre todos, hemos dado un paso muy importante que pienso no puede ni debe tener retroceso”.

Francisco Juárez, quien prefirió no conceder ninguna nota, en su conjunto, a la última edición, cuando ayer, por cierto, la comunidad educativa disfrutó de una jornada más de descanso que no se extendió al resto de la ciudad, salvo los comercios que apostaron por no abrir sus negocios (en muchos de los casos han quedado satisfechos con el nivel de ventas), sí que se mostró “realmente contento y satisfecho” por todo lo vivido.
En este sentido, reivindicó que “todo el mundo se ha concienciado de que eran necesarios algunos cambios, sobre todo, en los horarios de algunas procesiones, que se han cumplido casi a rajatabla. Ha sido un primer paso, pero muy importante, que nos debe servir de punto de inflexión a la hora de seguir mejorando”, tras reconocer que “no podemos, de la noche a la mañana, pretender que una procesión termine a las dos de la tarde”, citó a modo de ejemplo.
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Juárez también consideró “brillante y solemne” el ceremonial del desenclavamiento que la Hermandad de los Tamborileros Penitentes recreó en la tarde de Viernes Santo en la Plaza de la Iglesia, y también reconoció haber asistido “con satisfacción” al nuevo recorrido de la Procesión de Jueves Santo.
En este sentido el desfile de El Silencio, al llegar al final de la calle de El Rabal, evitó calles tradicionales en el pasado, como Perier, Puerta de Alí, Estrecho de Franciscanos y De Eras, y encaró la calle de El Sol hasta el final en el Convento de Capuchinos: “creemos que fue un desfile en el que todos terminamos juntos y del agrado de muchas personas”.
Sin embargo, la continuidad o no de este itinerario o la vuelta al pasado “dependerá de lo que escuchemos de la mayoría de los ciudadanos y del Pleno de la Asociación, pero, seguimos sosteniendo que la Semana Santa tiene que estar viva y abierta a los cambios. Siempre que sean para bien”.
Trabajar en mejoras
Y es que, el presidente se mostró “inconformista”, y reconoció que, en el futuro (restan 377 días para el próximo Domingo de Ramos), “tendremos que mejorar lo que nos ha gustado, como en la manera de desfilar, evitar los cortes en procesiones o la limpieza”, puso a modo de ejemplo.
En este punto recordó que, apenas se analicen, en mesas de trabajo y en un posterior Pleno, el desarrollo de esta Semana Santa, en compañía del alcalde de Hellín, se entrevistarán con componentes del Gobierno regional, con el fin de presentar un ambicioso proyecto que persigue conseguir el máximo de recursos para engalanar el mayor de calles por las que discurren los desfiles procesionales, más allá de El Rabal y Plaza de la Iglesia, como este año y que, en líneas generales, han gustado mucho más que los adornos que se colocaron en esta misma zona el año pasado.