El presidente de la Hermandad de la Virgen de La Alegría, Eduardo Tortosa, se mostró ayer contento por la decisión del Juzgado Nº 2 de Hellín que obliga a la Asociación de Cofradías y Hermandades a admitirles como socios del Pleno, aunque receloso de posibles trabas y piedras en el camino que les impida procesionar, en el futuro más o menos inmediato y que, avisó, serían “improcedentes”.

En las dependencias del Colegio Compañía de María que custodia la imagen con la que pretenden procesionar en la mañana de Domingo de Resurrección, y 24 horas después del auto del Juzgado, nuevamente a favor de su proyecto, y en contra del colectivo semanasantero, Tortosa y Manuel Hernández Roca, componente de la junta directiva, advirtieron a la Asociación de Cofradías que, por sentencia, cualquier cambio o modificación que se les proponga tiene que ser “objetivo, coherente y no fruto del capricho de una o varias personas para que no procesionemos”.
Egos
En este sentido, ambos se preguntaron en voz alta “el por qué de esta cabezonería para que no procesionemos”, al advertir, y sin querer entrar en ningún tipo de polémica, que “somos la cofradía de la Semana Santa que más se ha expuesto a los ojos de la Asociación para posibles cambios. Estamos abiertos al diálogo y exigimos que, de una vez por todas, se acabe un conflicto que ya dura demasiado y a todo el mundo está perjudicando", al recordar, por ejemplo, que lo más jóvenes de la Hermandad no entienden por qué no pueden procesionar.
Así, lamentaban las altas cantidades de dinero que la Asociación de Cofradías va a tener que pagar de los diferentes procesos judiciales, como una partida que, en opinión de ambos, "se podría haber dedicado a lo que tiene que ser el verdadero espíritu y desarrollo de la Semana Santa”.

Por último, Hernández Roca consideró que el alcalde y concejal de Semana Santa se debería haber "mojado" más en este sentido.