Fernando Picornell no ha concretado si se presentará a la reelección como presidente de la Asociación de Peñas de Tamborileros, coincidiendo con el proceso electoral que se inaugurará, apenas concluya la Semana Santa, el próximo 15 de abril.

Y es que, han transcurrido ya tres años desde que Picornell dio el paso al frente, tras la constitución de una junta gestora provisional ante la falta de candidaturas, a raíz del final del mandato de Encarnita Onrubia, y asumió la presidencia de la Asociación de Peñas que ya había ostentado en una anterior etapa.
Picornell, “muy centrado” en el trabajo que, actualmente, junto a la directiva están desarrollando, de cara a la presentación de los carteles y revistas, el próximo Miércoles de Ceniza, 1 de marzo, insistió en no plantearse, de momento, si presentará sus credenciales a la reelección en el cargo, aun consciente que, en el futuro, existen retos muy “ilusionantes y de una gran envergadura”.
Así, está pendiente la inauguración, en el 2018, del Museo de Semana Santa; las Jornadas del Tambor en Agramón, el 2019, y la declaración de la Tamborada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: “ser presidente de la Asociación de Peñas lleva mucha dedicación y trabajo. Es una decisión muy importante que conviene meditar”.
Muchos actos
Precisamente, Picornell y el resto de sus colaboradores se hallan, de un lado, maquetando; y de otra parte, en la parte final de recepción de textos, fotografías y testimonios que serán protagonistas en la revista que presentarán en la Iglesia de La Asunción, así como los trabajos de los escolares del municipio, junto al cartel de Francisco Egea.
De cara a la Cuaresma la idea del colectivo es mantener las actividades que se vienen desarrollando desde hace años, como la Escuela de Tamborileros, la Tamborada Escolar, el acto de entrega de premios a los ganadores en el Concurso de Fotografía y el Cartel Infantil, la proclamación de Juan Carlos Izpisúa como Tamborilero de Honor y varias exposiciones, como una relacionada con las Turbas de Cuenca.