Natación:
Radio Hellín /M. G. La nadadora hellinera, Nerea Ibáñez, tuvo que abandonar la pasada semana el Centro de Alto Rendimiento Joaquín Blume, de Madrid, como medida de prevención para evitar el contagio del coronavirus.

Desde entonces Ibáñez se halla recluida en su casa de Agramón, junto a su hermano Javier, también nadador del Club Albacete, “y entrenando en la medida en que podemos para mantenernos en forma”, aunque sin poder nadar, ya que todas las piscinas del territorio nacional se han clausurado.
Ibáñez, que, días antes de regresar a casa logró, en el Open Internacional de Madrid, una medalla de oro y dos de bronce, se perderá el próximo campeonato de España, mientras que, al igual que el resto de deportistas españoles, están pendiente de los Juegos Olímpicos de Japón, el próximo agosto.
Juegos Olímpicos
Y es que pensando en la gran cita para cualquier deportista ésta empezaba a ser la época en que, de manera progresiva, se iba aumentando la intensidad de los entrenamientos con el fin de alcanzar, en la fecha de su celebración, el mejor momento de forma: “el problema es que si se celebran en esos días y otros olímpicos de diferentes países sí están entrenando con normalidad, no todos estarán en igualdad de condiciones”.