Dos hellineros, Jesús Muñoz y Miguel Ángel López, conocido como “Mayer”, culminaron esta semana los 900 kilómetros del Camino de Santiago Norte que, en bicicleta, completaron tras una decena de etapas y una experiencia ya «imborrable».

Fue la culminación de poder estar junto a la Catedral de Santiago de Compostela de una aventura que arrancó el 5 de agosto, dividida en etapas de 90 kilómetros por la Costa, como una idea que Muñoz ya empezó a planificar, de alguna manera, hace 16 años, cuando realizó otra versión del Camino, con la misma bicicleta que ahora ha utilizado.
En concreto, este viejo anhelo de ambos comenzó con el trayecto entre Hondarribia y Deba, al que siguió Deba – Bilbao y Bilbao – Noja, que sirvió para abandonar el País Vasco e ingresar en la Cordillera Cantábrica, donde recorrieron el tramo entre Noja y Santillana del Mar, y al día siguiente, Santillana y Llanes, en Asturias.
Las siguientes etapas fueron entre Llanes e Isla; Isla – Avilés; Avilés – Luarca; Luarca – Ribadeo; Ribadeo – Villalba, y Villalba – Arzúa.
Vivencias
En paralelo al trabajo previo de preparación de entrenamientos, fue el pasado febrero cuando se empezó a planificar la contratación de los hoteles en los que dormían tras el final de cada etapa que transcurrieron por caminos, fundamentalmente, aunque con tramos de asfalto, y acompañados de las mochillas con lo indispensable para afrontar una docena de días fuera de casa.
A lo largo del viaje, infinidad de vivencias de una “experiencia única y recomendable», coincidieron en destacar, en forma de pinchazos, alguna avería en la cadena o plato, hasta tocar la meta: “todas las etapas íbamos juntos, pero, en la última, y a falta de los últimos kilómetros, como que cada uno aprovechó para reflexionar y pensar, que es lo que este viaje te permite realizar”.