Radio Hellín /M. G. Unas 150 personas de todas las edades se concentraron en la tarde-noche de este jueves en la Avenida Poeta Mariano Tomás con el fin de exigir el mantenimiento de los árboles existentes en el municipio y evitar la tala “indiscriminada e innecesaria”.

Precisamente el nacimiento oficial de la Plataforma “Por un Hellín verde” tuvo lugar junto a un gran pino, de más de 83 años de antigüedad, que se halla enfrente de la Plaza de Toros, y donde los concentrados gritaron slogans a favor del mantenimiento de éste y el resto de árboles existentes en esta avenida y en La Libertad, donde está previsto que se lleven a cabo unas importantes obras de remodelación, por un importe de más de seis millones de euros.
En el manifiesto que leyó uno de los componente de este colectivo, Daniel Hermida, aclaró que ha nacido “como respuesta a la intervención que, en los últimos meses, está llevando a cabo el Ayuntamiento sobre la arboleda concretamente y su fauna asociada”.
Una serie de movilizaciones que justificaba al advertir que se está observando, desde hace años, cómo la masa forestal de la ciudad de Hellín, entre ellos algunos de sus árboles más emblemáticos, “han pasado a ser parte de nuestra memoria. Las plazas y parques se han vestido de gris en lugar de ese verde que nos da la vida”.
Reconoció sentir “nostalgia” al contemplar las fotografías de la calle El Sol y sus grandes árboles, la Plaza Santa Ana o el Ayuntamiento, así como calles en los que se han secado sus árboles y no se han vuelto a reponer o, incluso, las que nunca los han tenido
Ante la “dejadez” de los gobiernos que han tenido responsabilidad municipal a lo largo de los años “nos hemos visto en la obligación de exclamar, basta, y hacer ver a nuestros representantes qué es lo que quieren sus vecinos y que no nos vale cualquier actuación”.
Peticiones
Así reclamaron que, cuando se adopte alguna medida, se haga a la ciudadanía partícipe en la toma de esas decisiones y que se hable con los vecinos de Hellín para decidir el futuro de las zonas verdes, “ya que son ellos los que han nacido y crecido en esas calles. Qué se respete su arboleda lleva implícito el respeto a su fauna, a su hábitat”.
Apostaron por una reposición “progresiva y eficaz que aumente la cantidad y calidad de masa arbórea”, tanto en las plazas y parques, como en las calles en las que no existen, tras aludir a que la Red de Ciudades Saludables a la que Hellín pertenece, acaba de publicar una guía en la que indica que
las zonas verdes de los espacios urbanos promueven la salud, facilitan la actividad física, reducen el estrés, constituyen un refugio frente al ruido y ofrecen espacios para la interacción social y su uso recreativo.
A modo de conclusión aseguraron que todas estas zonas verdes deberían estar unidas en forma de infraestructura verde, tanto desde el punto de vista ecológico como de uso: “Una obra de remodelación de una calle como ésta debe partir de la protección de su patrimonio natural: no plantear el corte de estos árboles de gran porte, sino sumar la plantación de otros que los complementen”,