Radio Hellín /M. G. El Ayuntamiento de Hellín ha celebrado este lunes el pleno ordinario correspondiente al primer mes del año en el que se han aprobado asuntos de índole económico que evidencian la buena salud financiera, al tiempo que han surgido dudas y críticas sobre las obras de remodelación de Nava de Campaña cuando, en paralelo, en la Plaza de la Iglesia se han concentrado unos 50 vecinos en contra del proyecto final de las obras.

En un pleno de apenas una hora y de una decena de puntos en el Orden del Día se han aprobado informes de intervención del cuarto trimestre del año pasado, sobre el cumplimiento del Plan de Ajuste y período medio de pago a proveedores, que se sitúa en algo más de doce días, así como el Plan Anual de Control Financiero de este año y el expediente reconocimiento extrajudicial de crédito.
El Alcalde de Hellín y concejal de Economía, Ramón García, sí ha destacado que, desde el pasado viernes, el Ayuntamiento ya no cuenta con ningún plan de ajuste.
Manuel Serena, desde el Partido Popular (PP), ha recordado que el Capítulo VI de las inversiones se halla a “un pobre” 10 % de la ejecución que se había previsto en obras de la calle El Mono, Avenida de la Libertad y Nava de Campaña que, en total, suman cerca de nueve millones de euros: “es preocupante el ritmo que se está desarrollando. Han mordido demasiado y ahora no tienen capacidad de tragar. La obstinación sin conocimiento se paga”.
Sobre el volumen de ejecución de las obras el alcalde ha advertido que el Gobierno no tiene competencia en esta serie de actuaciones que se están desarrollando en Hellín y pedanías, y ha advertido que ejecución no tiene que ver con las facturas que se han presentado.
Tasa de agua
También se ha aprobado la modificación de la ordenanza fiscal de la tasa por suministro de agua potable que, en nombre de Ciudadanos, Mario Artesero, aun reconociendo que se trata de un aspecto legal, “no son los tiempos adecuados para la subida”, por lo que se ha abstenido.
En nombre del PP, Serena también ha admitido que se contempla en el contrato la revisión de tarifas que, en este sentido, se traduce en una subida de un euro cada trimestre en cuota fija, y 2,5 céntimos en cuota variable por metro cúbico consumido.