Las aguas vuelven a circular revueltas en el seno de la Comunidad de Regantes del Fuente Principal y Pozo Contreras de Hellín ya que, una semana después de la asamblea ordinaria en la que se aprobaron, por amplia mayoría, algunos artículos de los Estatutos, algunos comuneros, como Francisco Tauste, tachó de «presuntamente inconstitucional y contrarios a cualquier democracia», esta serie de cambios.

En opinión de este comunero, si consideró «coherente» la celebración de una sola asamblea ordinaria al año para ahorrar gastos, tachó de «menos lógico» que se puedan convocar un número indeterminado de asambleas extraordinarias, al tiempo que rechazó los cambios que se han producido a la hora de intervenir “porque las preguntas incómodas no se contestan o te remiten a ruegos y preguntas”.
Tauste señaló como “esperpéntico” lo relacionado con el tema de las faltas, ya que en su opinión se aprobaron “normas anticonstitucionales”, al advertir que la presidenta pretende suspender las manifestaciones en público o difundir lo tratado en las asambleas, sin su permiso.
Interés
Aunque el comunero consideró «igual o más grave», si cabe, la aprobación de los asistentes a estos cambios, y a los que recordó que la referida presidenta, más allá de sus presuntos desvelos por «La Fuente”, “le interesa seguir porque, en dos años, ha aportado a la Comunidad 31 euros en cuotas y se ha lucrado en cerca de 6.000 euros” en concepto del alquiler del local de la Comunidad, propiedad de la propia presidenta: “si no es ilegal, sí poco ético”, sentenció.
Tauste, representante legal de un comunero, tras asistir a la que resumió como “la asamblea del miedo”, acusó a la presidenta de “sólo vender humo, ofrecer pocas soluciones y crear conflictividad”, ya que encuadró las intervenciones de Encarnita Hidalgo como “mítines políticos, una obra de teatro o un monólogo del Club de la Comedia” que responden con aplausos “todos sus acólitos”.
El comunero en cuestión consideró que son “poco éticas” escenas que se están produciendo de personas de la junta directiva que acuden a la casa de los socios, los días previos a las asambleas, a pedir el voto o a que lo deleguen.