El alcalde de la ciudad aseguró ayer estar "absolutamente tranquilo" tras el suspenso, «por otra parte lógico, porque es su papel de oposición», que esta semana le concedió el Partido Popular, al analizar los 100 días del Gobierno municipal, al indicar que "el mejor resumen es el que nos puede dar la ciudadanía y nosotros mismos con el trabajo que somos consciente hemos intentado desarrollar con la mejor de las voluntades".
El primer edil, que consideró, en clave de ironía, "casi un halago" las críticas del PP, "y máxime, viniendo de Mínguez y Moreno Moya, que han pasado de estar en el primer plano de la política al olvido y se quieren reivindicar de alguna manera", se mostró "satisfecho por el trabajo que, desde que tomamos posesión, hemos realizado, escuchando a los ciudadanos. Porque sus problemas es lo que más nos preocupa".
Consejo de Gobierno, sin coste alguno
Pero el alcalde socialista sí que reconoció le había "dolido, por ser mentira e injustas», las críticas del PP hacia el Consejo de Gobierno del pasado martes "desde la envidia de quienes ni sus mejores sueños- en alusión a Moya y Mínguez- se hubieran imaginado un Consejo en Hellín y que, aclaró, ante las dudas, "desde la mala fe", que sembraron los ediles en esa comparecencia ante a Prensa, "sólo costó al Ayuntamiento doce cajas de caramelos y otros tantos llaveros, con tambores de bolsillo, que pagó el alcalde de su dinero".
Acerca del lamento de Moreno Moya cuando declaró que Page no concretó inversión o proyecto alguno para Hellín, en esa rueda de Prensa que tuvo lugar en el Salón de Plenos, Ramón García consideró que el presidente se comprometió a colaborar en la apertura del Museo de Semana Santa, el Tolmo de Minateda, y en la inversión íntegra, por parte de la Junta, de la remodelación integral del Centro de Salud de la Plaza de España.
En este punto calificó de sorprendente «cómo un político, del nivel y experiencia de Juan Antonio Moreno, puede pedir a un Gobierno regional, que apenas lleva 100 días en la Junta, venga con inversiones y proyectos ya cerrados».
Sobre las críticas del propio Moya acerca del recibimiento en la puerta del Ayuntamiento, García destacó «la transparencia y cercanía» con la que se realizó y el ofrecimiento a todos los partidos políticos de estar en el acto. «Todo lo contrario con los cordones de seguridad que se colocaban con las visitas de Cospedal».