En breve se va a inaugurar oficialmente en Hellín una delegación de la Asociación que lleva por título "Regalos de Amor", que surgió hace tres años con la finalidad de ayudar y proporcionar un hogar a las personas de gran estigma social carentes de familia, sin una vivienda y que, además, se encuentren en situación de fase terminal de una enfermedad.

En este sentido, María del Rosario Case, presidenta, reconoció que existen personas enfermas y de pronóstico irreversible que no disponen de ningún familiar para que les acompañen, de ahí que surgió el nacimiento de esta Asociación y de voluntarios que empezaron a acompañar a pacientes en hospitales de Elche y Torrevieja, y luego se extendió a Rojales, Madrid, Sevilla, Murcia y algunas pedanías.
Aquí surgió la amistad con un paciente senegalés al que se atendió y que derivó en un viaje a Senegal donde, desde hace dos años, está en marcha un proyecto bajo el espíritu de la Asociación que ya cuenta con más de 40 voluntarios, y que en noviembre podrían conocer una expedición del colectivo que tiene previsto viajar desde España.
No a la soledad
Se trata de un equipo de voluntarios al servicio de los que más sufren y olvidados de la sociedad, explicó Cases, quien aseguró "apostamos por la vida; por cualquier forma de vida. Por eso, pretendemos acompañar los pasos de quienes nos encontramos en nuestro camino, formando con cada vida una gran familia, en la que la caridad y la igualdad siempre nos acompañen".
Así, reveló que "nuestra filosofía se asienta sobre el Amor, que consideramos un pilar básico y fundamental para construir un mundo más humano y más justo. Aspiramos a la dignidad de la persona humana".
Sobre los proyectos de futuro, Silvia Haro será la delegada en Hellín de esta Asociación, por lo que esta semana realizaba un llamamiento a las personas que se quieran implicar como voluntarios, aunque ofrecerán más información al respecto en la próxima Feria ya que, tras una entrevista esta semana con la concejala de Festejos, dispondrán de un espacio en los Soportales del Recinto Ferial.
Además, como gran objetivo se pretende crear el primer hogar de acogida para las personas de gran exclusión social, en situación de enfermedad crónica o terminal que deseen pasar sus últimos días rodeados de un ambiente familiar digno y de cariño, al advertir que la soledad "es también una enfermedad terrible".