El alcalde de la ciudad, Ramón García, reconoció ayer que, si finalmente, los exámenes teóricos, incluso prácticos, del carné de conducir, se reubican en Albacete, "sería un retroceso importante, imprevisto e ilógico en los tiempos en los que vivimos», por lo que confió en que la situación se pueda revertir.
El alcalde socialista, que reveló se había puesto en contacto telefónico con los alcaldes de Almansa y Villarrobledo, ciudades también afectadas por esta medida, insistió en no comprender esta decisión que emana de una decisión a nivel nacional "porque sería perder un servicio que costó mucho esfuerzo conseguir-en alusión a esos exámenes teóricos y prácticos que se celebran en Hellín- junto a las modernas instalaciones que se habilitaron en el Polígono,» y que se atrevió a asegurar "son mucho más completas y modernas que las existentes en Albacete».
Sin descartar de una reunión con el Subdelegado del Gobierno en Albacete, tras el encuentro con los representantes de las autoescuelas de la Comarca, Ramón García advirtió de los perjuicios que la medida, en caso de que se materialice, causaría a las poblaciones afectadas, tanto en el sector de la Hostelería como en las propias autoescuelas que se verían, quizás, obligadas a incrementar las matrículas, ante el hecho de que sería necesario el viaje para los exámenes, que, en el caso de los prácticos, conllevaría una serie de desplazamientos para familiarizarse con las calles por las que discurriría la prueba.
Incomprensible
El primer edil no aceptó como excusa el hecho de que la medida se implanta para ganar en la seguridad de las pruebas que se celebrarán en ordenadores "pero no tienen en cuenta que es un riesgo obligar a los ciudadanos a estar en la carretera para desplazarse a esos exámenes o a pedir permisos en sus trabajos», por lo simplificó que "todo es tan sencillo como trasladar el disco duro a los equipos informáticos que ya se dispongan en Hellín y todo se mantenga inalterable".