Ramón García aseguró, convertido en nuevo alcalde del Ayuntamiento de Hellín, que el nuevo mandato que se inicia con Izquierda Unida "tiene que ser un Gobierno de progreso", que trabajará, "principalmente, para evitar las desigualdades sociales en Hellín y pedanías".

Tras prometer su cargo de concejal en un abarrotado Salón de Plenos del Ayuntamiento, reconoció que comienza "un reto importante", por lo que defendió ese pacto de Gobierno, donde las principales líneas de actuación se van a centrar en un Gobierno que apueste por la "transparencia", de ahí que propuso organizar la gestión situando a la ciudadanía en el centro de la acción municipal, promocionando la participación, decisión y cooperación de los vecinos.
El alcalde defendió servicios públicos de calidad, que, basados en la búsqueda de la justicia social, evite políticas privatizadoras de servicios destinados a satisfacer las necesidades básicas de los ciudadanos.
Tanto al PP como a Ciudadanos, les tendió la mano y les reclamó una oposición "responsable y, sobre todo, leal con Hellín y sus gentes. Nadie es imprescindible, pero, todos y cada uno de nosotros somos necesarios".
Aseguró que las puertas de la Alcaldía "estarán abiertas, de par en par, para recibir cuantas iniciativas beneficiosas para Hellín se nos presenten, indistintamente del color político que provengan: "mi Gobierno no va a hablar de herencias, principalmente, porque hay muy poca herencia que recordar y preferimos hablar de presente y de futuro; de proyectos creíbles y realizables. Y de las personas, porque su bienestar y su calidad de vida, tienen que se nuestro principal objetivo".