La Plataforma Ganemos Hellín volvió a acusar a Izquierda Unida «desde un intento desleal e ilegítimo de apropiarse de un nombre que es de todas las personas y colectivos que han trabajado, desinteresadamente y con ilusión y eficacia, por conseguir alcanzar una mayoría cívica en el Ayuntamiento de Hellín», de haber propiciado la exclusión de las próximas elecciones municipales.

Tras el rechazo al recurso que presentaron ante el Juzgado de lo Constencioso-Admnsitrativo, indicaron que «las trampas y el uso abusivo de la Ley les está dando buenos resultados», a falta de lo que responda el Tribunal Constitucional «al que vamos a solicitar amparo, al considerar que se han vulnerado nuestros derechos constitucionales».
Así, lamentaron que, a menos de un mes para las elecciones, «se nos ha llevado a un callejón sin salida, que nos dificulta resolver realmente los impedimentos que se nos argumentaban. Nos dejan en absoluta indefensión».
La Plataforma aseguró, sin dudar, que «somos un partido legalmente constituido y no pesa sobre nosotros, ni como personas ni como colectivo, ningún motivo legal establecido para prohibirnos concurrir a las elecciones. Pero la ciudadanía sabe que las trampas pueden hacer que algo sea legal, pero no que sea legítimo»
Derecho a las elecciones
Así, explicaron que el partido Ganemos con el que ha pactado IU, no es el colectivo de plataformas y movimientos cívicos que pretenden movilizar a la ciudadanía para alcanzar una mayoría civil en la institución municipal de Hellín o de cualquier otro municipio, «sino que es un partido fantasma, creado por un "personaje, vinculado a la extrema derecha»,
La Plataforma quiso hacer un recorrido, más o menos detenido, desde que en diciembre de 2014 un grupo de personas de diversa procedencia, como Stop Desahucios, plataforma anti-fracking y muchos otros colectivos locales, así como de diversos movimientos y partidos políticos, crearon una candidatura de unidad popular a la que, «en múltiples ocasiones, se ha invitado a unirse» a la asamblea local de IU de Hellín, ante «las reiteradas negativas de ésta».
Hasta entonces, reconocieron que la mayoría de los colectivos que se incorporaron a la Plataforma , consideraban que IU podría ser un amigo y aliado en la gestión municipalista. «Ahora, todos pensamos que apoyar en las urnas a personas que se dicen de izquierdas y que actúan como personas carentes de la ética que nos debe de caracterizar, que han hecho de la política su profesión, es la peor manera de utilizar nuestro voto».
Morcillo se defiende
Por su parte, el concejal y portavoz de Izquierda Unida, Javier Morcillo, recordó esta semana, en clave de ironía, que «no tengo tanta influencia» al recordar que éste es un acuerdo al que se ha llegado a nivel nacional y en muchas ciudades de Castilla-La Mancha, por un tema «que para nosotros no es agradable», pudo tener su punto de partida «en el hecho de que algunos de los componentes de la Plataforma, quizás mal aconsejados, no calibraron las consecuencias tras saber que IU había patentado esta marca».