Los Reyes Magos llegaron ayer a Hellín cargados y repletos de juguetes e ilusión que repartieron entre los cientos de niños que, junto a sus acompañantes, por la mañana tuvieron que guardar cola hasta que le llegó el turno de poder acercarse a Sus Majestades.
Y es que a las 09.00, una hora antes de que comenzara el reparto de regalos por parte de Melchor, Gaspar y Baltasar los primeros niños se colocaban en la cola que conducía hasta las haimas en las que se instalaron los Reyes, junto a sus pajes. El reparto de más de 3.500 juguetes se prolongó hasta primera hora de la tarde y en medio de una excelente climatología.
Posteriormente los Reyes visitaron el Hospital, Asilo, Hermanos de la Cruz Blanca o Monjas Claras, entre otras instituciones.
Ya por la tarde la Cabalgata recorrió el itinerario tradicional, desde las Puertas de Madrid hasta la Plaza de la Iglesia, en medio de un recorrido salpicado de cientos de personas que quisieron ver en directo el desfile del cortejo compuesto por las carrozas de los Reyes y otras actividades de animación.
Animación
En este sentido el ambiente navideño comenzó con los componentes de la Banda de Cornetas y Tambores de la Virgen de la Cruz tocando sus marchas ataviados con traje de Papá Noél, que estuvo muy presente en el recorrido, y de todos los tamaños, llamando la atención uno de grandes dimensiones.
No faltaron otros personajes de ficción, zancudos, malabaristas, la presencia novedosa de un grupo de la Cofradía de La Sentencia, la Unión Musical Santa Cecilia y los Reyes Magos que, junto a sus acompañantes, viajaron en la misma carroza ante el fervor de los más pequeños y los flashes de los cientos de teléfonos móviles para inmortalizar la escena.