Más de medio centenar de personas se han concentrado esta mañana en la Plaza de la Iglesia para, de manera silenciosa durante cinco minutos, condenar la muerte, este pasado lunes, de una mujer y su hija, en la localidad ciudarrealeña de Daimiel.

Con la presencia de representantes de los cuatro partidos políticos en el Ayuntamiento, algunos trabajadores municipales y ciudadanos de pie, las campanas del reloj de la Iglesia de La Asunción han sonado a “dolor, indignación, rabia e importancia”, ha asegurado la concejala de Mujer e Igualdad del Gobierno, Rosa María Cuesta, “profundamente dolida por esta sinrazón”.
Un gran pacto
Cuesta ha asegurado que “es incomprensible que, aún hoy día, se produzcan muertes por violencia de machista”, por lo que ha reivindicado que “mientras que el Gobierno crea un gran pacto de Estado para luchar contra esta lacra social, nuestra presencia, de manera testimonial, en actos comos éstos, sirve para visualizar la indignación y repulsa de toda la sociedad”.