El concejal de Economía apostó ayer por la creación de una comisión mixta de personal de Urbanismo y Hacienda con todos los partidos políticos desde donde estudiar la posibilidad de cambiar el Plan de Ordenación Municipal, con el fin de dar una solución a las importantes cantidades económicas que, en concepto del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), están abonando los propietarios de terrenos rústicos que no se han podido desarrollar.
El cruce de declaraciones de Moreno Moya y Ramón García fue uno de los puntos de mayor tensión de esta sesión, después de que el concejal del PSOE lamentó que no se hubiera incluido entre las mociones, la propuesta que, al comienzo de mes, registraron reclamando una revisión tras una sentencia del Tribunal Supremo que, en el futuro, exime en el pago del IBI a los propietarios de terrenos de aquélla naturaleza.
Moreno, que reveló esta sentencia no tendrá excesiva repercusión en Hellín, si que reconoció problemas importantes de ciudadanos que, desde la aprobación del Plan por parte del PSOE, quiso recordar (aunque García recordó que lo impulsó el PP, en sus inicios), tienen que pagar unos cantidades muy elevadas.
Tras recordar que existen cinco años para la revisión en Hacienda de los actuales importes, insistió en la conveniencia de crear esa comisión para la revisión de un Plan que, en opinión de Moya, nació «con un descarado afán recaudatorio» del anterior Gobierno, por lo que acusó al propio García de haber querido «sacar crédito político» con esta moción, algo que éste negó, por otra parte.