Viernes 29 Marzo 2024

Apenas habían transcurrido 24 horas desde el anuncio de la Diputación de Albacete en el que comunicaba el cierre fulminante del Vertedero de Monte Grajas, Izquierda Unida y Comisiones Obreras comparecieron ayer ante los medios de comunicación para desaprobar esta decisión y asegurar que están «dispuestos a luchar para que se busque una medida menos drástica» y, sobre todo, matizaron, para que los trabajadores sigan en la planta.

En primer lugar fue el concejal de Izquierda Unida, Javier Morcillo quien, en el despacho de la Coalición en el Ayuntamiento, no ocultó su "perplejidad" por la manera «tan repentina y sorpresiva" con la que se habían conocido una noticia que consideró «muy negativa y la peor» entre las mucha opciones que, indicó, se podrían haber adoptado, tras reconocer la situación de máxima capacidad en la que se halla el vaso que se inauguró en 1998.

 

Así enumeró que una de las soluciones "mucho menos lesiva" podría haber sido la ampliación del actual vaso junto a la renovación de la maquinaria para conseguir una mayor vida de esta infraestructura, tras advertir que si el servicio finalmente se centralizara en Albacete, los kilos de residuos aumentarán de manera muy importante, así como el coste del servicio por el traslado que se tendrá que realizar.

Morcillo acusó a la Institución de haber "dilatado en exceso", desde hace meses, esta decisión que se comunicó a primera hora del pasado miércoles, al revelar el grado de incertidumbre en el que, en este largo período de tiempo, han vivido los 17 trabajadores de la plantilla.

Así urgió al Ayuntamiento y, en especial, al alcalde y vicepresidente de la Diputación de Albacete, Manuel Mínguez, a que «ponga todos los medios a su alcance para revocar esta decisión» que insistió en resumir como «catastrófica y muy triste».

Futuro trabajadores

Así el concejal de IU consideró que no sería la mejor solución la recolocación de los trabajadores en Albacete, como una de las alternativas que se podría plantear a partir de las reuniones que comenzarán al próxima semana, tras avanzar que estarán presentes el próximo martes en el Pleno de la propia Diputación de Albacete, quien a su vez se halla a la espera de la confirmación oficial este viernes del Consorcio Provincial de Medio Ambiente sobre esta medida.

Otra alternativa que se plantea es el cese de la actividad por lo que los trabajadores directamente irían al desempleo, y cobrarían una indemnización por determinar, como ayer se encargó de explicarles a los propios empleados Roque García, secretario general de la Comarca de Comisiones Obreras, minutos antes de comparecer ante la Presa junto al delegado de Empresa, Juan José Villena, quien lideró el ambiente de "preocupación, inquietud y enfado con la empresa Tragsa por no habernos comunicado nada" que se respira en torno a la planta en la que, desde hace una semanas, se han incorporado más empleados y establecido hasta tres turnos de trabajo, incluido uno de noche.

Roque García acusó a la Diputaciónde no haber actuado «de la manera más correcta» a la hora de comunicar esta decisión, al recordar que el pacto con los responsables de la Instituciones era informar al sindicato cualquier paso que se adoptara al respecto.

Trabajador en el pasado del Vertedero, Roque García reconoció que el vaso se halla colapsado, pero advirtió que existen otro tipo fe instalaciones que se pueden utilizar durante varios años más, como la de selectiva, orgánica y donde se fabrica el compost, por lo que dijo «no entender» los argumentos esgrimidos desde la Diputación para el cierre.

Miles de kilos de residuos

Roque García también consideró de «lógica» trasladar la inversión de tres millones de euros que se apunta para el centro de Albacete, a la modernización del centro hellinero donde se recogen los vertidos de más de 140.000 ciudadanos de la Provincia que residen en Alcaraz, Peñas de San Pedro, Tobara, Sierra del Segura, Almansa y la propia ciudad hellinera.

El sindicalista avisó sobre posibles consecuencias que se podrían producir en caso de clausura, ya que la construcción, por un importe de 6,5 millones de euros, se planteó en su día por un período de vigencia de 25 años, por lo que se planteó si se tendrá que devolver al Fondo Social Europeo la parte proporcional por incumplimiento de los plazos.

En paralelo a su preocupación por el futuro e los trabajadores también alertó sobre la repercusión negativa d otras empresas que actúan como distribuidores del propio Vertedero a la hora del encargo de suministros necesarios para el desarrollo diario de la actividad.

El Gobierno, prudente

Por su pare el Gobierno municipal se pronunciará hoy al respecto tras haber analizado la decisión de la Diputación aunque Off the récords ayer se apostó por la prudencia y, en especial, en alusión al futuro de los empelados que, en primer lugar, tendrán que realizar, al menos durante varios meses, la limpieza del vaso, al margen que, con posterioridad, todos o algunos se pudieran reubicar en el centro de Albacete.

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