La familia Muñoz - Collado decidía al cierre de esta edición si continuaban con el encierro que ayer cumplió su quinta jornada desde el comienzo el pasado lunes, o desistían de esta acción en señal de protesta por el impago de una deuda por parte del Ayuntamiento.
Esperanza Muñoz, que ayer amaneció «con bajón» tras una cuarta noche de acampada en la planta baja del Ayuntamiento, al reconocer que echaba de menos la rutina diaria en Elche de la Sierra y, sobre todo a sus cuatro hijos, a media tarde se animó al destacar que «aunque no hayamos avanzado mucho en nuestras pretensiones iniciales y en los que nos trajo hasta aquí-en alusión al referido encierro- hemos recibido una gran inyección de apoyo y de ánimo de cientos de personas».

La decisión de levantar o no el campamento estaba en poder de José Juan Collados que, a primera hora de la mañana, abandonó el lugar y se marchó con toda la documentación, incluida la copia con los acuerdos alcanzados esta semana en la reunión que tuvo lugar, en el propio Ayuntamiento, entre las partes implicadas, con el fin de analizar, con el resto de su familia ,la actual situación y estudiar las acciones a ejecutar en el futuro, como si continuar o no con el encierro, ya de cara al fin de semana.