Enamorado por completo de la Semana Santa, en el sentido más amplio de la palabra y la celebración, Ibrahim Hernández ha asegurado esta mañana que no dudó, “ni cinco minutos", el aceptar el encargo que le realizó la Asociación de Cofradías y Hermandades para ser el Pregonero en la edición del 2017.

“Abrumado, sobrepasado, responsabilizado, pero, muy honrado y contento", el director del Hospital de Albacete desde hace más de un año, daba las gracias a la junta directiva, “por haber pesado en mí, para un pregón que, sinceramente, me hace muchísima ilusión realizarlo”.
“Un gran honor”
En pleno proceso de digerir lo que ha insistido en considerar “lo más grande que puede existir para un hellinero y que, además, le guste la Semana Santa”, a varios meses de que en abril del 2017 pronuncie el Pregón en la Iglesia de La Asunción, ha avanzado como seguro un recordatorio a sus familiares y amigos, y a algunos de los momentos “mágicos” que se producen en cada Semana Pasional.
En este sentido, no ha podido concretar un momento concreto con el que se quedaría en Semana Santa, aunque ha reconocido su “pasión” por el tambor, que redobla en compañía de peña, sin nombre, compuesta por "amigos de toda la vida”.
Cofrade del Cristo del Gran Poder-estudió en Capuchinos- y de La Dolorosa, con quienes, junto a algunos familiares, procesionó en la juventud, aunque admirador de todas las hermandades e imaginería, ha resaltado la belleza del Vía Crucis; el paso del Medinaceli por El Rabal, en la jornada de Miércoles Santo, o la subida “inenarrable, única e increíble”, en la mañana de Viernes Santo, por el Camino de Las Columnas con dirección al Calvario.
Ibrahim Hernández, médico de profesión en la especialidad de Urología, tiene 51 años y tres hijos que, precisamente, ha recordado, dos de ellos nacieron en plena Semana Santa.