Gloria Millán se convirtió hace unos días, de manera oficial, en la nueva directora de Cáritas Interparroquial, en lo que consideró es un “reto que afronto, entre contenta, orgullosa y muy responsabilizada", aunque con el deseo de "poder entregarme al máximo para estar a la altura del cargo".

La directora, de 50 años, y catorce, como voluntaria de la Institución, dijo ser consciente del "gran trabajo" realizado por los anteriores directores y juntas directivas: la última, Ana Báidez, que, tras su gestión que comenzó en el 2015, hace unas semanas que ya anunció sus intenciones de no seguir en el cargo.
Proyectos
La idea inicial de la nueva responsable de la Institución es mantener una línea continuista con la gestión del pasado, sin descartar algunas iniciativas que pudieran surgir, “pero siempre teniendo muy claro que el gran objetivo será atender y escuchar a las personas y familias más necesitadas y vulnerables. Porque, aunque se pueda decir y escuchar que lo peor de la crisis ha pasado, será en algunos casos, porque, es evidente y real que hay gente que lo sigue pasado mal y necesita la ayuda y mano tendida de Cáritas”.