El presidente de la Asociación de Peñas descartó, al menos para el 2016, y se podría decir que de manera definitiva, un tercer intento para ingresar en el Libro Guinness de los Récords como la mayor Tamborada del mundo, dada las estrictas reglas que exige la organización.

Fernando Picornell, que reivindicó los 12.609 tamborileros que la propia organización del Libro Guinness, ha reconocido en su memoria coincidieron el pasado Miércoles Santo en el circuito que, para tal fin se diseñó, consideró que los exigentes criterios de Guinness no encajan en el propio desarrollo de la Tamborada.
El presidente, sin embargo, recordó la jornada apoteósica que se vivió ese día, ya que a pesar que aquélla fue la cantidad exacta que reconoció la jueza del Libro Guinness, fueron cientos de tamborileros más los que se sumaron a la fiesta, aunque su presencia no se contabilizó de manera real.
Sin embargo, el récord no fue homologado al considerar la propia jueza que no se había controlado de la manera que marca Guinness, los accesos en algunas de las once entradas que se habilitaron, custodiadas por voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil.
En este sentido, consciente tras dos intentonas que es casi imposible superar ese registro en las condiciones que marca este curioso libro de registros, también descartó "la frialdad" de celebrar este acto en un lugar cerrado, como el campo de fútbol, como llegó a sugerir la propia jueza que se desplazó desde el Reino Unido, por lo que el presidente de la Asociación de Peñas decidido centrarse en otros retos que consideró "de sumo interés" en el 2016.
Otros retos
De esta manera, se autoimpuso redoblar esfuerzos para conseguir que, en el 2016, las tamboradas de Hellín, Agramón y otras localidades de diferentes comunidades autónomas integradas en el Consorcio Nacional de Pueblos del Tambor y el Bombo reciban la declaración, por parte de la UNESCO, de Patrimonio de la Humanidad.
A modo de proyección, arropó la conveniencia de estar presentes en todos los escaparates turísticos que se celebran antes de esa reunión del grupo de expertos de la UNESCO y su posterior decisión, como en la próxima edición de FITUR, puso a modo de ejemplo.
Asimismo, consideró un proyecto "tan ilusionante como importante" para el desarrollo turístico del municipio, la inauguración del Museo de Semana Santa en la Casa del Conde, tras los deseos del propio alcalde de proceder a su inauguración antes de la Semana Pasional del 2016.
En otro orden de cosas, mostró "todo el respeto y admiración" hacia el acto que, hace unas semanas, protagonizaron cinco peñas de tamborileros que cumplieron con la cuarta edición de su hermanamiento que, en su opinión, "es el mejor ejemplo de que la Semana Santa y la Tamborada está viva y activa todo el año, y que las peñas sienten muy dentro lo que es pura energía".
Sobre la presencia de ese tambor de grandes dimensiones que las peñas crearon para la ocasión y que recordó al que la Asociación de Peñas quemó durante algunos años en la Semana Santa de los 80 y 90 para poner el punto y final a aquellas ediciones, lo consideró en estos momentos casi imposible, sobre todo, en la jornada de Domingo de Resurrección ante la gran cantidad de actos que existe, pero dejó abierta una puerta a recuperar este ritual en el futuro, pero, en otra jornada con menos actividad dentro de la Semana Pasional.