El presidente de la Hermandad de Nuestra Señora del Dolor reconoció, pública y abiertamente, hace unos días que el recorrido de ésta por algunas calles del recorrido de la Procesión del Silencio, «quizás no fue el más adecuado al ritmo del resto de participantes», como manera de salir al paso del corte importante que se produjo en un momento dado del recorrido, a la altura de las calles Silvela y De Eras, en el transcurso del desfile de Jueves Santo.
Carlos María López-Sastre, tras la reunión de su junta directiva para, precisamente, analizar unas circunstancias «que no son diferentes a las de años anteriores, sí que proclamó la necesidad de articular medidas que soluciones "este problema" de cara a la próxima Semana Santa, teniendo en cuenta la «particular manera» de desfilar de la Virgen del Dolor bajo palio, en comparación con los que lo hacen con varas.
También recordó que la Virgen del Dolor, que se porta bajo palio por más de una treintena de costaleros, es un ceremonia que se ensaya varias veces a lo largo de la Cuaresma, precisamente, para impedir que se produzcan estos cortes que han objeto de debate en la última Semana Santa, sobre todo, porque más de uno ha recordado que se superaron los horarios de recogida, sin la presencia de tambores, como sucede en los desfiles del Calvario y Domingo de Resurrección.
Tras reconocer que el ritmo de desfile "fue bueno" en Gran Vía y López del Oro, éste se alteró y cambió a partir de la Plaza de Santa Ana y Buenavista, desde donde se fue acumulando una cierta diferencia con las imágenes que le precedían, aunque también apostó por "esperar al análisis" de la Asociación de Cofradías para terminar de completar todo los detalles, como algo que se producirá este martes, en el transcurso de la asamblea que comenzará, probablemente, a las 20.00 horas, para no coincidir con el partido de Copa de Europa entre Juventus y Real Madrid.
Recogida
El presidente reconoció que la recogida este año en la Iglesia de Capuchinos tuvo lugar a la 01.00 horas, dentro del horario de recogida, más o menos habitual, puso a modo de comparación, en los últimos años, aunque reivindicó «el esfuerzo» que se realiza para cumplir con las referencias horarias establecidas de antemano por la Asociación de Cofradías.
Sin ánimo de utilizarlos como excusa para justificar el desarrollo de esta Procesión, López Sastre sí reconoció cómo, a la altura de la calle López del Oro, un cirio de la Virgen del Dolor se quebró, lo que originó un cierto peligro para la imagen, por lo que el propio presidente dio instrucciones para que, con una escalera, se solventara el problema, en apenas un minuto, calculó.
En este sentido, recordó que, el segundo «susto» tuvo lugar a la altura de la calle Perier, cuando, una de las flores del trono de la Virgen se enganchó con un cable existente en la zona, que apenas retrasó igualmente la marcha, y que el propio presidente resumió como "meras anécdotas", en medio de todos los comentarios que se realizaron a posteriori.
Sobre posibles cambios en el futuro, advirtió que las características del conocido como Estrecho de Franciscanos no es compatible con un ritmo acelerado de la Virgen del Dolor en este punto, por lo que no consideró descabellado estudiar un cambio en el recorrido tradicional en los últimos años, mientras que sobre un posible cambio en el horario de la salida-ahora fijado a las 19.30 horas-lo definió a priori razonable, aunque susceptible de valorarse.